El cerebro un organo maravilloso
En este artículo, exploraremos cómo utilizar la neurociencia para lograr espacios arquitectónicos saludables. Cubriremos desde los conceptos básicos de la neurociencia hasta estrategias específicas de diseño que pueden mejorar la funcionalidad de edificios y espacios.
¿Estás buscando formas de diseñar espacios arquitectónicos saludables? ¿Has considerado el impacto de la neurociencia en el entorno construido? La neurociencia, el estudio del sistema nervioso y el cerebro, puede proporcionar información sobre cómo el diseño de edificios y espacios puede afectar nuestra salud, bienestar y productividad.
Entendiendo los conceptos básicos de la neurociencia
Antes de sumergirnos en las estrategias específicas de diseño, es importante comprender los conceptos básicos de la neurociencia. El cerebro humano es un órgano complejo que controla todos nuestros pensamientos, comportamientos y movimientos. Está constantemente procesando información de nuestro entorno y tomando decisiones basadas en esa información.
El cerebro humano es un órgano fascinante y complejo, capaz de procesar una gran cantidad de información sensorial y experiencial que recibe constantemente del entorno que lo rodea. Desde los sentidos, el cerebro recibe información de diferentes tipos de estímulos como la luz, el sonido, el tacto, el olfato y el gusto.
La percepción del cerebro frente a la información sensorial y experiencial que recibe es una combinación de procesos neuronales complejos y altamente especializados. Los diferentes tipos de estímulos que se envían a los sentidos son procesados por diferentes áreas del cerebro, lo que resulta en la percepción consciente de una experiencia sensorial completa.
El cerebro procesa la información sensorial de manera que pueda ser interpretada y utilizada para la toma de decisiones y la interacción con el entorno. Por ejemplo, la información visual es procesada por áreas específicas del cerebro encargadas de la percepción de formas, colores, profundidad y movimiento. Mientras que, la información auditiva es procesada por áreas diferentes, encargadas de la percepción de la intensidad, el tono y la localización del sonido.
El cerebro también es capaz de integrar diferentes tipos de información sensorial y experiencial, lo que resulta en una experiencia sensorial más completa y enriquecedora. Por ejemplo, la percepción de una cena en un restaurante no solo depende del sabor de la comida, sino también del ambiente, la música, el olor y la compañía.
Aplicando la neurociencia en el proceso de diseño
El cerebro humano es capaz de procesar una gran cantidad de información sensorial y experiencial que recibe constantemente del entorno que lo rodea. La percepción del cerebro frente a esta información es el resultado de procesos neuronales complejos y altamente especializados que permiten al individuo interactuar con el entorno y tomar decisiones en función de la experiencia sensorial completa.
Un aspecto importante de la neurociencia es el concepto de neuroplasticidad. Esto se refiere a la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse en respuesta a nuevas experiencias y entornos. Esto significa que el diseño de edificios y espacios puede tener un impacto profundo en el funcionamiento de nuestros cerebros y en el comportamiento del ser humano.
Aplicar estos conceptos en el proceso proyectual de una edificación, permite conocer la actividad cerebral frente al diseño y validar su aceptación o rechazo, permitiendo corregir las veces necesarias un diseño hasta que sea aceptado y validado como correcto, lo que deja al diseño tradicional basado en la función y la forma, con carencias que se pueden subsanar al aplicar la Neurociencia.
El impacto de la arquitectura en la salud y el bienestar
El entorno construido tiene un impacto significativo en nuestra salud y bienestar. Las investigaciones han demostrado que los edificios y espacios mal diseñados pueden conducir a una serie de resultados negativos para la salud, como estrés, ansiedad y depresión. Por otro lado, los espacios bien diseñados pueden promover resultados positivos para la salud, como un aumento de la productividad, la creatividad y el bienestar general.
Vivimos el 90% del tiempo en espacios cerrados, cada espacio tiene una personalidad definida, que el cerebro interpreta como un espacio sano o enfermo, como un espacio en confort o por el contrario en disconfort, es posible que creamos no notarlo, sin embargo, nuestro comportamiento esta moldeado por el espacio que ocupamos.
Por ello, en SOVANNA ARQUITECTURA hablamos del diseño de espacios felices, espacios para el bienestar, esos espacios que nos producen felicidad y de los cuales no quisieramos salir y siempre estar en ellos. No es dificil encontrar espacios en los que no quisieramos estar, espacios de los que quiseramos salir y no volver. Muchos se preguntan, ¿porque me siento tan mal en mi sitio de trabajo, y solo espero que llegue la hora de salida? sin siquiera imaginar que posiblemente ese espacio de trabajo esta afectando su productividad.
Peor aún, ¿que tan saludable es mi casa?, ¿estoy feliz en ella?. Solicite un diagnostico, sin costo de nuestra parte, si desea averiguarlo o si esta pensando en iniciar el diseño de un proyecto arquitectónico enviandonos un mensaje en el siguiente link, y tome los correctivos necesarios, su salud puede estar en riesgo.
Estrategias de diseño para espacios arquitectónicos saludables
Ahora que comprendemos los conceptos básicos de la neurociencia y el impacto de la arquitectura en la salud y el bienestar, exploraremos a continuación algunas estrategias de diseño específicas para lograr espacios arquitectónicos saludables.
1. Luz natural
Una de las estrategias de diseño más importantes para lograr espacios arquitectónicos saludables es incorporar luz natural. Se ha demostrado que la luz natural mejora el estado de ánimo, reduce el estrés y aumenta la productividad. Es importante maximizar la cantidad de luz natural en un espacio y evitar la iluminación artificial dura.
2. Diseño biófilo
El diseño biófilo es el concepto de incorporar elementos naturales, como plantas y agua, en el entorno construido. Esta estrategia de diseño ha demostrado reducir el estrés, mejorar la función cognitiva y aumentar el bienestar general. Algunos ejemplos de diseño biófilo incluyen paredes verdes, ventilación natural y elementos de agua.
3. Acústica
La acústica es otra consideración de diseño importante para espacios arquitectónicos saludables. La acústica deficiente puede conducir a un aumento del estrés, una reducción de la productividad e incluso daño auditivo.
4. Espacios de descanso
Los espacios de descanso son importantes para la salud y el bienestar de las personas. Es importante tener áreas de descanso en los edificios y espacios para permitir que las personas se tomen un descanso y recarguen energías. Estos espacios pueden incluir salas de descanso, jardines interiores y espacios verdes al aire libre.
5. Ergonomía
La ergonomía es la ciencia del diseño de los lugares de trabajo para adaptarse a las capacidades y limitaciones humanas. Una buena ergonomía en los espacios arquitectónicos puede mejorar la comodidad, reducir la fatiga y el dolor y aumentar la productividad. Algunas consideraciones ergonómicas incluyen la altura de los escritorios, la iluminación y la disposición del mobiliario.
6. Colores y materiales
Los colores y materiales utilizados en la construcción de edificios y espacios también pueden tener un impacto en la salud y el bienestar. Los colores brillantes pueden aumentar la energía y el estado de ánimo, mientras que los colores más suaves pueden crear una atmósfera relajante. Los materiales naturales, como la madera y la piedra, pueden proporcionar una sensación de calidez y confort.
Conclusión
En resumen:
Al utilizar la neurociencia para lograr espacios arquitectónicos saludables podemos garantizar mejores lugares para vivir, espacios que nos invitan a permanecer y ser felices. Al utilizar los principios de la neurociencia en la planificación y construcción de edificios y espacios, es posible crear entornos que fomenten la relajación, la concentración, la creatividad y la productividad. Además, los espacios arquitectónicos saludables pueden reducir el estrés y mejorar la salud mental y física de las personas que los utilizan.
Al diseñar espacios arquitectónicos saludables, es importante considerar la luz natural, el diseño biófilo, la ergonomía, los colores y materiales, la acústica y los espacios de descanso. Al utilizar estas estrategias de diseño, se pueden crear entornos que promuevan la salud y el bienestar, y que sean beneficiosos para las personas que trabajan, estudian o viven en ellos.
La neurociencia al igual que la bioclimática, son disciplinas que deben involucrarse en todo diseño arquitectónico, prescindir de ellas es sinonimo de proyectos no confortables, que no responden al clima ni a la salud mental y física de los usuarios.
La neurociencia ofrece una guía valiosa para la creación de espacios arquitectónicos saludables y sostenibles. Al utilizar estos principios en la planificación y diseño de edificios y espacios, podemos mejorar la calidad de vida de las personas y crear un futuro más saludable y sostenible para todos.
Aprenda más sobre neuroarquitectura
En SOVANNA ARQUITECTURA, contamos con un equipo multidisciplinario que nos permite enfocar cada proyecto desde diferentes perspectivas; desde las científicas como la Neurociencia, hasta las técnicas; como la Bioclimática y la Biofilia, “no comprendemos como puede prescindirse de estas herramientas en el diseño de edificaciones, y evitar centrarse en el confort y la salud de los espacios para solo preocuparse por la forma y la función del edificio, como sucede hoy día en la arquitectura tradicional”, comenta el arquitecto Gerson Duplat, director de SOVANNA ARQUITECTURA.
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