Qué es la arquitectura bioclimática
Muchos se preguntan: ¿Qué es la arquitectura bioclimática?. Pareciera ser una nueva disciplina, una moda, pero en realidad la arquitectura siempre ha sido y debe ser bioclimática y sostenible.
La arquitectura bioclimática aprovecha las condiciones del clima y sus recursos; asoleación, ventilación, lluvia, vegetación, para disminuir el impacto ambiental de las edificaciones y por ende de nuestras ciudades, no olvidemos que la industria de la construcción es una de las actividades que mayormente contribuyen al cambio climático de nuestro planeta, sobretodo cuando se ejerce de manera irresponsable.
Desde los orígenes del hombre, éste siempre buscó el mejor refugio logrando el confort y protección necesario contra las inclemencias del clima. Las cuevas de nuestros primitivos; aunque húmedas, proveían la protección adecuada contra el calor o el frio, considerando la masa térmica de la montaña en donde se formaban, además protegían de ráfagas de viento, de la lluvia y por supuesto de los animales.
Podemos ver también extraordinarios ejemplos de arquitectura bioclimática y sostenible en la arquitectura medieval, en la arquitectura del renacimiento y en todos los estilos previos a la era industrial en donde la aparición de la máquina hizo olvidarse de la magia de aprovechar la naturaleza para conseguir las condiciones de confort necesarias para el hombre, ya que la máquina y los aparatos de acondicionamiento mecánico sin mayor esfuerzo, ayudaban en este fin, situación que aún hoy día prevalece.
La arquitectura vernácula, es también un gran ejemplo de arquitectura sostenible y bioclimática. Sus materiales, por lo general propios del sitio, crudos y biodegradables, ofrecen el cobijo ambiental propicio para sus habitantes. Sus techos; muchos de ellos, en tejidos de palma evitan que pase la lluvia, pero permiten a la vez que la casa transpire y disipe el calor almacenado en el interior, regulando las condiciones climáticas internas y manteniendo la vivienda a una temperatura de confort (según estudios de diversos autores la T° de confort se encuentra entre los 21°C y los 25°C según el clima). Lo mismo sucede con sus muros en adobe, los cuales no causan ningún daño a la naturaleza y sus propiedades térmicas son ampliamente conocidas.
Hoy, cuando el daño al planeta es irreversible y la comunidad nos obliga a pensar más en la sostenibilidad y menos en el derroche energético, se vuelve indispensable retomar la génesis de la arquitectura y pensar nuevamente en el diseño de edificaciones eficientes y ambientalmente sostenibles, además de felices.
El cambio inicia en la forma en la que éticamente debemos ejercer la profesión y garantizar el sostenimiento de las futuras generaciones en el planeta, y en la educación que reciben los nuevos profesionales de la arquitectura el diseño y la construcción, ya que lamentablemente el negocio de la educación ha olvidado enseñar la profesión desde la sostenibilidad, incluso esta es una materia electiva y no obligatoria en las facultades, posición irresponsable frente a las nuevas generaciones de profesionales y frente al planeta.
Sin embargo, la bioclimática es solo una parte de esa disciplina que hace a un proyecto exitoso, es importante involucrar además, otras disciplinas como la neurociencia, que aplicada a la arquitectura es conocida como neuroarquitectura y la sostenibilidad, entre otras. Recomendamos ampliamente los ciclos de capacitación de EXKEMA avalados por la Academia de Arquitectura y Diseño, que tiene uno de los diplomados más interesantes en este tema.
En conclusión, la arquitectura bioclimática no es más que ejercer la profesión de manera ética y responsable haciendo las cosas bien, retomando la génesis de la arquitectura apartándonos de la dependencia total de la máquina y de materiales y sistemas constructivos invasivos e ineficientes haciendo cómplice al clima en la búsqueda del confort y la felicidad de las edificaciones que diseñamos.
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